Cuando un barrio se pone de moda en alguna gran ciudad, se convierte en el perfecto ‘meeting point’ para quienes buscan conocer algo más que los sitios de turismo de masas. Y eso es lo que ha sucedido con Shoreditch. Máximo exponente de la gentrificación, el que fuera uno de los muchos barrios obreros de Londres se empezó a llenar de artistas jóvenes en los años 90, atraídos por los (entonces) bajos precios de los alquileres. Dos décadas después, esta zona ya cuenta hasta con sus propios tours turísticos. ¿Te has planteado escaparte a Londres para conocerla? Air Europa tiene vuelos desde 71 euros.
Pero ¿qué tiene Shoreditch para haberse convertido en uno de los puntos de visita obligada de la capital británica? La respuesta es muy sencilla: tiene de todo. Arte moderno, arte clásico, una gran oferta gastronómica y cultural, vida nocturna, puntos de interés… Vamos, todos los ingredientes necesarios para convertirlo en uno de los barrios más completos de la ciudad. Ah, ¿y recordáis eso del párrafo anterior de los alquileres bajos? Pues olvidadlo: ahora Shoreditch solo pueden pagarlo los bolsillos más holgados.
Una de las principales atracciones del barrio es el arte urbano. Shoreditch cuenta con un gran número de murales repartidos por sus principales calles y firmados por importantes artistas como Bansky, D*Face o Eine. En la zona de Village Underground, que es una especie de co-working para grafiteros, se puede ver el mural más grande de Londres. Además de estos espacios a pie de calle, quien vaya a Shoreditch buscando arte urbano no puede dejar de visitar las galerías de arte Bricklane y Whitechapel.
Si por el contrario acudes a este barrio buscando algo más clásico, tus lugares de referencia serán la iglesia de St. Leonard, que data de 1740; el Museo Geffyre, centrado en la decoración de los hogares de Londres desde el siglo XVIII hasta hoy; el cementerio de Bunhill Fields o los jardines Boundary.
Comer y beber en Shoreditch
Pero no solo de actividades culturales vive Shoreditch. También es una de las mejores zonas para buscar restaurantes originales en Londres. Los hay de todos los precios: desde puestos callejeros hasta locales top como el restaurante japonés Nobu, dentro del hotel del mismo nombre y propiedad de Robert de Niro. Brick Lane está llena de sitios para comer, y al pasear por ella no te pasará desapercibida una larga cola de gente, da igual la hora o el día que sea. El local en cuestión es Beigel Bake, la panadería con los mejores bagels de Londres, abierta desde 1974 24 horas al día y 7 días a la semana.
Otro de los restaurantes de referencia en Shoreditch es Rascals, que además de servir uno de los brunch más aclamados de la ciudad, tiene un espacio reservado con pistolas de agua para jugar antes de comer, después o durante. Y si se te hace de noche en las calles de este barrio, nada como seguir conociéndolo. Primera parada: la coctelería The Book Club, un local que une exposiciones, arte visual, comida, bebida… y algún que otro famosete indie que se deja caer por allí. Tras una primera toma de contacto con la vida nocturna de este barrio, hay una segunda para obligada: Cargo. Es el club más famoso de Shoreditch y, al igual que The Book Club, también es capaz de mezclar alcohol, fiesta y dj’s con su propia galería de videoarte. Si quieres hacer una visita virtual por sus instalaciones, pincha aquí.
Y si, para terminar tu visita a Shoreditch, quieres visitar sus mercadillos, te recomendamos Spitafields Market, con artesanía y de antigüedades, y el de Brick Lane. Este último lo conforman un montón de puestos que venden ropa y muebles de segunda mano y vintage, ideal para amantes de la cultura londinense. Eso sí, para ambos, debes llevar dinero en efectivo, porque muchos locales no admiten pagos con tarjeta.