Globalia

Guía para proteger los Océanos

Greenpeace, en colaboración con las Universidades de Oxford y York, publica el estudio “30×30: guía para la protección de los océanos” y lanza un mensaje de emergencia al mundo.

¿Te has preguntado alguna vez de qué manera afecta la contaminación del Planeta al estado de nuestros mares y océanos? ¿Imaginas cómo sería el futuro de miles de especies marinas si seguimos castigando las aguas? Es urgente tomar conciencia, y medidas, para solucionarlo. Y es con esa intención con la que Greenpeace publica, en colaboración con las Universidades de Oxford y York, su estudio “30×30: guía para la protección de los océanos”.

La organización remarca que es el estudio más amplio del ámbito marino de cuantos ha llevado a cabo. Gracias al apoyo de diversos científicos e investigadores se puede ahora dar respuesta a muchas de las preguntas que nos hemos hecho siempre sobre el futuro y el presente de nuestros océanos.

Objetivos y método de estudio

En el nombre del estudio se marcan los objetivos. Ese “30×30” impacta en la necesidad de que para el año 2030 al menos estén protegidos el treinta por ciento de los océanos. Y es que, en la actualidad, Greenpeace afirma que está protegido menos del tres porciento de nuestras aguas.

El estudio ha seguido un curioso método de estudio. Se han dividido todas las masas de agua que cubren el Planeta en veinticinco mil unidades de cien kilómetros cuadrados para después mapear su fauna, flora y características geográficas. De este modo, y teniendo en cuenta las enormes diferencias de conservación que existen entre unas y otras zonas, se pueden ejecutar soluciones a medida para cada uno de los lugares afectados.

Gracias a este estudio será posible mejorar las condiciones de vida de cientos de especies hasta ahora amenazadas. Con él, además, se generará una red de protección con la que evitar la extinción de fauna y flora.

¿Cómo se ve reflejado en el turismo?

La huella medioambiental que dejamos a nuestro paso es lo que está provocando el deterioro de los océanos. De continuar a este ritmo de destrucción acabaremos, por ejemplo, con el atún rojo, una de las especies marinas más especiales del sur de España, y que atrae a miles de turistas. Los viajes gastronómicos en busca de sushi, y la creciente moda, está cambiando los métodos de pesca que se utilizan. Se acabó la pesca tradicional en almadraba para dar paso a los grandes pesqueros que arramplan con todo.

Hace Greenpeace también hincapié en la ingente cantidad de microplásticos que invaden ya nuestras playas, lo que unido al aumento de la temperatura del agua puede acabar con el turismo de sol y playa de nuestras costas.

El Ártico corre el riesgo de desaparecer, cientos de especies marinas pueden dejar de existir y esto es un paso más en el avance del cambio climático. La “suerte” (nótese la ironía) es que podremos montar expediciones que nos lleven a visitar los “Cinco Giros”. ¿Qué que son? Se llama así a las cinco grandes sopas de plástico flotante que se han convertido en islas y que se mueven a lo largo y ancho de todo el Planeta. Tomemos conciencia y hagámoslo cuanto antes.

Sergio F. Núñez