Globalia

Guerra al plástico a dos mil metros de altitud

La estación de esquí italiana de Val di Sole prohíbe su uso en todo el complejo.

Han pasado ya varias décadas desde que el mundo entero empezó a concienciarse en la necesidad de cuidar el Planeta. Costó que nos diéramos cuenta, pero no existe otro lugar en el universo en el que podamos continuar nuestro desarrollo como especie. Por ese motivo, o cuidamos la Tierra, o acabaremos con ella tal y como la conocemos.

Aunque los mensajes que se lanzaban hace unos años iban referidos a las generaciones futuras, a quienes previsiblemente acabarían sufriendo los efectos de la contaminación y el cambio climático, hoy los hechos demuestran que seremos nosotros mismos quienes comprobaremos las consecuencias de nuestros actos contaminantes.

Para evitarlo, o más bien, para intentar frenar el avance de estos efectos, cada cual, como individuo, debe empezar a tomar decisiones que ayuden al objetivo común. Campañas de concienciación, reciclaje en casa o, como es el caso que nos ocupa, prohibición total al uso del plástico. Como lees. Esta es la contundente acción puesta en marcha en la estación de esquí de Val di Sole, en Italia, para reducir la huella de quienes disfrutan bajando sus pistas.

Dentro su programa de sostenibilidad, el complejo de lujo confirma que deja de usar plásticos en cualquiera de los procesos que se lleven a cabo. Todo, después de que en el mes de abril de 2019 un grupo de investigadores de la Universidad de Milán descubriera restos de microplásticos en el Glaciar de Forni.

Si contextualizamos el hallazgo del grupo investigador, sus resultados son terribles. Lugares como los glaciares, donde el paso de nuestra especie no es habitual, están también infectados por ese virus llamado plástico. ¿Cómo es posible que los efectos de nuestra vida hayan llegado hasta allí?

Acciones tangibles en busca de un modelo de negocio sostenible

Los responsables de la estación ya han puesto en marcha la prohibición de plásticos de un solo uso como bolsas o cubiertos, y su remplazo por materiales nada agresivos con el medio ambiente. Todas las medidas que se llevarán a cabo desde la estación serán monitorizadas para comprobar su resultado. Prevén que sean ya palpables a finales de 2020.

La acción se enmarca dentro un plan estratégico de sostenibilidad que acarreará a largo plazo la manera de ejercer un consumo de agua y energía mucho más responsable. Además, desde Val di Sole preparan también la forma de reducir su huella contaminante en la cadena de gestión de residuos. Todo un ejemplo de actuación para frenar el avance del cambio climático y reducir la contaminación.

Sergio F. Núñez