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8 planes que hacer en Ámsterdam… además de lo obvio

Si ya has hecho el típico viaje a Ámsterdam del que no te acuerdas de nada por razones que aquí no son del todo legales, te proponemos una segunda escapada llena de planes alternativos al turismo tradicional.

Ámsterdam es una ciudad llena de actividades que hacer y de rincones que descubrir… además de lo obvio. Y por “lo obvio” nos referimos a dos cosas: a pasarse el día saltando de un coffee shop a otro para volver a casa sin recordar nada y con los ojos como Snoop Dogg, y al masificado turismo tradicional. Recorrerse los canales, ver el Rijksmuseum y la casa de Anna Frank o visitar el Barrio Rojo son sus clásicos básicos, pero la ciudad guarda muchos más tesoros que merece la pena descubrir. Si no es tu primera visita a la capital de los Países Bajos o no vas con el ansia de ver todo lo típico, echa un ojo a nuestras propuestas.

Busca la casa más estrecha de Europa

Muchos de los edificios de Ámsterdam no son precisamente anchos. De hecho, la mayoría tienen un gancho en la parte superior de la fachada para subir muebles a las casas haciendo polea, porque por las escaleras es imposible. Pero hay uno que tiene el honor de ser el más estrecho de la ciudad… y de Europa. Se trata del número 7 del canal Singel, un edificio del siglo XVIII con una fachada roja ¡de solo un metro de ancho!

Vete de compras a Las 9 Calles

En pleno centro de la ciudad se encuentra este pequeño barrio formado por… adivinad cuántas calles. En él se encuentran las tiendas más alternativas: ropa vintage, diseñadores jóvenes y cafeterías monas se concentran en esta zona, a solo unos metros de la Plaza Dam. Sin duda, uno de los mejores planes para conocer Ámsterdam a pie.

Prueba la comida indonesia

Debido a las colonias que los Países Bajos tenían en el país asiático, Ámsterdam tiene una gran tradición de comida indonesia y cuenta con un montón de restaurantes donde probarla. Muchos de ellos tienen menús degustación a precios súper económicos, así que, para un buen foodie, irse de la ciudad sin visitar un local indonesio es un pecado. Aquí tienes una lista con los mejor valorados.

Foodhallen, un mercado ideal para cenar

Siguiendo con planes gastronómicos en Ámsterdam, Foodhallen es una parada obligatoria. Se trata de un espectacular mercado (que antes era una fábrica) lleno de puestos con comida de todas partes del mundo y mesas centrales compartidas para comer. Ideal para indecisos a la hora de elegir restaurante.

Vista nocturna de los canales de Ámsterdam

Para a descansar en la Biblioteca Pública

OBA, la biblioteca pública de la ciudad, es un gran edificio situado a pie del puerto, muy cerca de la Estación Central. Su último piso cuenta con restaurante, terraza y uno de los mejores miradores de la ciudad ¡de acceso gratuito! Parar en la OBA es un gran acierto al final del día si viajas con niños: tiene una planta entera para que puedan leer cuentos ¡y jugar en sus instalaciones!

Visita un templo budista

Si quieres planes en Ámsterdam con los que parezca que has salido de la ciudad, en pleno barrio rojo, concretamente en la calle Zeedjik, se encuentra el primer templo de culto budista que se abrió en Europa. De entrada gratuita, el templo de Guan Yin es un lugar acogedor que abre al público incluso para que este contemple sus ceremonias tradicionales.

Haz una cata de quesos

Ámsterdam es una ciudad de gran tradición quesera y cuenta con numerosos locales turísticos que organizan catas de sus productos. Pero los expertos coinciden en que la mejor es la de quesos Reypenaer, con un local a un minuto andando de la Plaza Dam y certificado de excelencia de Tripadvisor. Reservándola en su web por 17,50€ por persona, se podrán probar seis tipos de quesos y los vinos que mejor combinan con ellos. Toda una experiencia gourmet.

Y para terminar, ¡sal de la ciudad!

Aunque la ruta de pueblos alrededor de Ámsterdam más repetida por los turistas sea la de Volendam, Marked y Edam, si quieres salirte de la norma y descubrir un pueblecito precioso, no puedes irte sin visitar Haarlem. A solo 15 minutos en tren de la estación central se encuentra esta localidad, cuyos emigrantes le dieron nombre al barrio neoyorkino de Harlem (que entonces se llamó Nuevo Haarlem). Tiene un centro peatonal con callecitas empedradas y mucho ambiente, y un precioso molino que es la postal más típica de la ciudad.

María Alba