Evolución. No es más que eso. No se pretende acabar con el tipo de turista que ama viajar a Málaga para disfrutar de sus playas, sus aguas y su sol. Ese tipo de viajero es fundamental en la balanza del sector turístico malacitano. Pero sí es cierto que la oferta cultural y museística ha crecido de forma notable en los últimos años haciendo virar la tendencia del turismo y convirtiéndolo también en un pilar fundamental.
El reclamo cultural empieza a ganar enteros como se demuestra en las cifras del pasado año publicadas por el sector: el 21’7% de los turistas que se decidieron por viajar a Málaga lo hicieron por la oferta en cultura de toda la provincia, muy cerca ya del 22’6% de aquellos que la escogieron para disfrutar del sol y las playas. Por países, son los turistas españoles, italianos y franceses los que prefirieron las motivaciones culturales para viajar a Málaga, mientras que los británicos la siguieron escogiendo para disfrutar de las tumbonas.
La Costa del Sol, entre los destinos favoritos
La provincia de Málaga queda aún lejos en cuanto a nivel de preferencia de ciudades nacionales como Madrid o europeas como París. Pero el aumento del valor del destino la hace situarse ya por encima de algunas otras como Estambul o Londres.
Según cifras de 2019 del Observatorio de la Cultura, elaborado por la Fundación Contemporánea, la ciudad de Málaga lidera la escena andaluza y se coloca en quinto lugar a nivel nacional en cuanto al interés existente por su agenda cultural. Este estudio se encarga de medir la innovación y la calidad de esta clase de oferta de las diferentes ciudades españolas. Unos resultados que se convierten en una muestra más del cambio que se está produciendo en la ciudad malacitana. El Centro Pompidou, el Teatro Cervantes, el Museo Thyssen y la Fundación Picasso-Museo Casa Natal se encuentran entre las opciones culturales favoritas de los viajeros que visitan Málaga.
Una prueba de reinvención y evolución turística en busca de no anclar únicamente su oferta a lo que la naturaleza les ha dado.
