Preparar una maleta puede llegar a ser un arte. Hace falta saber mantener la calma, aplicar ciertas técnicas perfectamente interiorizadas y, al mismo, tiempo ser suficientemente flexibles para improvisar.
Bromas aparte, todo son ventajas con las maletas pequeñas: pesan y ocupan menos, así que cuesta menos transportarlas, tanto en tiempo como en dinero. Pero, al mismo tiempo, no queremos que falte de nada. ¿Imposible? Seguramente, sí. Pero bueno, por intentarlo que no quede.
El gran secreto es llevar pocas cosas. De todas formas, cada tipo de viaje requiere un tipo de maleta específica. No es lo mismo irse a escalar el Himalaya que seis meses de Erasmus, o un fin de semana romántico a París. Sigue leyendo, a ver si encuentras tu caso…
¿Maleta o mochila?
Mi primer consejo sobre cómo preparar una maleta de viaje sería… No preparar una maleta. ¿Te suena a enseñanza de esas de autoayuda como salida de la boca del maestro Yoda? Pues no… ¿No has pensado en una mochila?
Aquí nos topamos con dos escuelas de viaje irreconciliables: la de los fans de la maleta y los devotos de la mochila. Así que, en adelante, donde leas “maleta”, puedes decir “mochila” si quieres. Tú mismo.
Cómo preparar una maleta para una semana
Me han pedido varias veces consejos para preparar una maleta, y siempre respondo que depende de para cuánto tiempo sea. Una semana es el periodo crítico; si el viaje dura más, lo mejor es lavar la ropa.
Para una semana basta con dos juegos de cada cosa: ropa interior, camisetas, pantalones… Sumado a lo que ya llevas puesto, es más que suficiente. Sólo te queda añadir un neceser con objetos de higiene y botiquín, y… ¡listo! Si además te sobra espacio, puedes hasta recrearte.
Cómo preparar una maleta para viajar en avión
Si el viaje es en avión, el límite es (aparte del cielo, nunca mejor dicho) el peso y el volumen que te imponga la compañía aérea. Una cinta métrica y una báscula te vendrán de perlas. Deja en superficie lo que puedas necesitar al alcance de la mano.
En muchos aeropuertos se ofrece el servicio de plastificado de maleta; la verdad, nunca me ha parecido relevante en cuanto a cómo preparar una maleta de viaje. Es normal que las maletas sufran al viajar; lo mejor es cerrarlas con un candado y no meter nada frágil en ellas.
Cómo preparar una maleta de cabina
La maleta de cabina, ya lo sabrás, es la que te dejan llevar contigo en el avión. Aquí lo fundamental, de nuevo, es el tamaño; asegúrate de que te permitirán embarcarla contigo. ¿Cómo preparar una maleta de viaje de este tipo?
En cuanto al contenido, es imprescindible que lleves aquí (y no en el equipaje facturado) tu documentación personal y de viaje (si es que no la llevas encima), cualquier objeto valioso, una prenda de abrigo ligera, algo para entretenerte en el viaje y… poco más.
TIP VIAJERO: La salud es lo más importante: si necesitas viajar con medicación has de llevarla a mano, pero recuerda siempre llevar contigo el prospecto y un informe o receta médica. Más info en Tu botiquín imprescindible para viajar.
Cómo preparar una maleta de mano
Sería la maleta para trayectos cortos o para el uso diario durante tu viaje. Y la clave sobre cómo preparar una maleta de viaje de este tipo es, de nuevo, el sentido común; por ejemplo, si en tu vida normal no llevas el cepillo de dientes a cuestas, aquí tampoco.
Lo que sí puedes necesitar es una prenda de abrigo ligera, algún tentempié seco, fruta y agua, un minikit de primeros auxilios, el cargador del móvil, la guía de viaje y de nuevo la documentación (que, sigo pensando, es mejor llevarla encima).
Cómo preparar una maleta para la playa
Si donde vas es a la playa (qué suerte tienen algunos), la cosa cambia… Aquí solemos necesitar elementos más voluminosos. Pero tampoco hay que llevarse la sombrilla, la sandía y el flotador, ¿no?
Un pareo es un buen recurso para tumbarte sin acarrear demasiados bultos, y hoy hay paravientos y refugios de playa muy compactos y eficaces. La crema solar, que no falte, y alguna prenda ligera tampoco. Si llevas comida, colócala al fondo, envuelta para que no se llene de arena.
