Dakota. Chicago. Roma. Capri. Milan. No, no son los nuevos atracadores de ‘La casa de papel’, son nombres reales de hijos de famosos que se llaman como ciudades. Es verdad que entre los rostros más conocidos siempre ha habido una especie de guerra no oficial por ver quién le ponía a su criatura el nombre más original: los hay que se llaman como frutas (Apple, la hija de Gwyneth Paltrow), como superhéroes (Kal-El, el hijo de Nicolas Cage lleva el primer nombre de Superman), o como personajes de videojuegos (Robin Williams llamó a su hija Zelda). Y, cómo no, los hay que tienen nombres de ciudades, de barrios y de países por culpa de unos padres viajeros o especialmente sentimentales con un lugar en concreto. Estos son los más originales.
Brooklyn, el primogénito de David y Victoria Beckham se llama como el distrito más hipster de Nueva York porque fue concebido allí. Y por esta misma razón, Michael Jackson y la enfermera Debbie Rowe llamaron Paris a su hija mediana.
Los hay que ponen a sus hijos nombres de estados norteamericanos, tal y como hicieron Melanie Griffith y Don Johnson con Dakota, o Reese Witherspoon y Jim Toth con Tennessee, el benjamín de la casa; y los hay que los llaman como su ciudad favorita. Ese es el caso de Chicago, la tercera hija de Kim Kardashian y Kanye West; de Roma, la primera hija en común de Risto Mejide y Laura Escanes; y de London, el hijo de Slash.
En numerosas ocasiones, Alec Baldwin ha bromeado sobre la razón que les llevó a él y a su entonces mujer, Kim Basinger, a llamar a su hija Ireland. “Se llama así porque es preciosa y puede manejar sus propias finanzas”, dice el actor. Chris Hemsworth, por su parte, ha revelado que quiso poner India a su hija mayor porque, tras haber rodado allí la película ‘Extraction’ (un proyecto de los hermanos Russo para Netflix que, por cierto, lleva años en un cajón), ese país tiene “un lugar especial en mi corazón”. La cantante Alicia Keys también tiene un buen motivo para haber elegido el nombre de Egypt para su primer hijo: unos meses antes de saber que estaba embarazada pasó sola tres semanas en el país de las pirámides y, para ella, ese fue el viaje más importante de su vida.
Tanto ha calado entre los famosos eso de poner a sus hijos nombres de ciudades, que ya empiezan a repetirse. Por ejemplo, existen dos Milan: la hija mayor de Mike Tyson y el primogénito de Shakira y Gerard Piqué. Y dos Morocco: de nuevo el pequeño de Tyson y, con una ligera variación (Moroccan), el hijo de Mariah Carey y Nick Cannon. Pero Tyson y Piqué no han sido los únicos deportistas en caer en esta moda: Cesc Fàbregas y Daniella Seeman llamaron a su segunda hija Capri.
Así que, si tú también eres un viajero empedernido, estás esperando la llegada de un bebé a casa y tienes grandes recuerdos de cuando veraneabas en Matalascañas o en Torrevieja, no te cortes y prepárate para deletrearlo en el registro. Si, por el contrario, aún dudas sobre qué nombre ponerle a tu churumbel, puedes hacer este truco: coge un globo terráqueo, gíralo y páralo con un dedo. ¿Quién sabe? Lo mismo está a punto de llegar al mundo el primer Frankenstein (es una localidad del estado de Missouri), el primer Joder (que sí, que existe y está en Nebraska) o, por qué no, el primer niño llamado Guarromán.
